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1440 oportunidades para saber quién eres



Pensar es un acto humano que nos permite hacer conexiones de ideas, sacar conclusiones, unir y desunir, sintetizar, analizar y un sinfín de operaciones más que cualquier computadora envidiaría. No existe (aún) y no creo que exista jamás una máquina capaz de hacer las conexiones que el cerebro humano puede hacer. Ya quisiera Google tener la capacidad del cerebro humano para elevarse, para tener conciencia de sí mismo, reflexionar y actuar libremente en este mundo. Todo pasa por el pensamiento. Pero ¿en qué inviertes tus 1440 minutos del día? ¿En qué piensas? ¿En qué ejercitas tus neuronas?

Hay quienes apuestan por el amor y pasan todo el día pensando en su «media naranja» o por lo menos la mayor parte de su tiempo. Otros, preocupados por las actualizaciones del WhatsApp o Twitter, estarán hipnotizados por las noticias en tiempo real. Otros gastarán gran parte de sus horas en hacer conjeturas, es decir, intentar armar mentalmente causas y consecuencias tanto de los actos propios como de los ajenos. Aquí salen frases como: «Es que yo estoy seguro de que lo hizo por esto», «¡Ya sé por qué me dijo eso!», «Mmm, a mí no me convence, sé que hay gato encerrado». Otros llegarán a la madrugada haciendo planes y soñando en proyectos antes de dormirse. Cierto que pensar en estas cosas es parte de nuestra vida, todos compartimos la humanidad, somos así, pero pasar todo el día pensando en cosas externas que poco tienen que ver con nosotros nos va alejando de nuestro propio yo.


El peligro real es vivir la vida de los demás, conocerlo todo, saber hasta la última noticia publicada en Internet y a la vez desconocerse a sí mismo.

Los griegos hace miles de años se preguntaban: ¿Qué somos? ¿Adónde vamos? ¿Qué significa «ser»? Desarrollaron todo un pensamiento que busca explicar la propia realidad. Tan arraigada estaba esta filosofía que en el templo de Delfos escribieron con letras grandes: «Conócete a ti mismo». Para ellos la verdadera sabiduría consistía en esto, en el conocimiento, y qué mejor que saber quién eres y adónde vas.

Hoy nuestro mundo es diferente, no me atrevo a decir si mejor o peor porque sería un juicio injusto. Un mundo en donde el Internet y las redes «sociales» han llegado para quedarse y la competencia por aparecer cada vez más nos lleva a hacer cosas que antes no hubiéramos hecho. Los youtubers y blogueros se las ingenian para que su mensaje sea creativo. Buscan fórmulas nuevas, mezclan estilos, cambian y vuelven a cambiar. ¿Y tus 1440 qué? ¿Eres de los que te pasas horas frente al Photoshop arreglando fotos o en Premier editando los mejores tutoriales y vlogs de la Web? Pues, tienes 1440 minutos al día para gastar a tu antojo. Sería una buena inversión ocupar algunos en el conocerte a ti mismo. ¿Quién eres? ¿Qué buscas? ¿De dónde vienes? ¿Adónde vas?Pregúntatelo.

Si dedicaras tan solo una hora de tu tiempo a pensar en ti, ¿cuántas cosas cambiarían? Cada minuto es nueva oportunidad, cada minuto es ocasión de entrar en tu interior y ordenar ese espacio íntimo de ti mismo. Cada minuto cuenta, y siguen contando. Has invertido 4 minutos de tu tiempo leyendo este artículo, ahora ocupa otros más pensando un rato en ti. Invierte tus pensamientos y tu tiempo también en ti. ¿Quién eres tú? Estoy seguro de que eres mucho más que tu pseudónimo, que tu foto de perfil, que tus escritos, que tus likes, que tus seguidores.


1440 oportunidades para saber quién eres, 1439 ahora.
Después serán 1400, 1000, 150, 3… y luego volvemos a empezar.